Perdón.

Perdóname,
por no saber cuidarte,

 por no haberte ahorrado todo este dolor que sientes ahora,
por no advertirte antes de cómo es la vida

y de lo duras que llegan a ser las personas,

perdóname porque hoy lloro al ver como estás,

al ver tu mirada sin brillo y con desilusión;

y saber que todo fue mi culpa,

saber que no puedo hacer casi nada

para remediar todo el daño que la vida te ha hecho

y que yo debí evitar a toda costa.

Perdóname por no darme más tiempo para ti,

a pensar en lo que querías y en lo que anhelabas,
perdóname por no cuidar esa sonrisa de niña

y esos ojos llenos de vivacidad y luz,

que ahora solo son dos cataratas imparables.

Te he fallado pequeña,

no te cuidé,

dejé que destrocen tu pequeño corazón,

no supe qué hacer, pensé en mi y no en ti,

perdóname por dejar que te ahogues en ese inmenso océano de malos pensamientos,

no pensé lo que te causaría,

ahora tienes toda esa pena y todo ese dolor
que al parecer ni el tiempo podrán curar.

Te he fallado,

prometí cuidarte, prometí que nadie más te haría daño,

no quise jurarlo en vano,

jamás hubiese pensado en prometerte algo que no tenía decidido cumplir,

no entiendo como esa sonrisa ahora ya no la podré ver más,

y se vuelve hoy en día una mueca deforme,

perdóname porque te prometí el mejor futuro de todos,

mas no pude evitar que cayeras en picada,

perdóname porque lo que más quisiera ahora

es que esa mirada inocente y esa risa jamás se hubieran ido,

y tu luz jamás se hubiese apagado.

Perdóname por haberte hecho creer y

darte esperanzas en un futuro mejor,

y que las lágrimas ya no correrían más por tus rosadas mejillas,

quisiera haber conservado por siempre tu risa en mis ojos.

Cómo pude dejar que acabaras así,

la verdad no sé porqué me descuidé tanto de ti.

Te veo tan grande ahora, 

pero sin fuerzas, 

sin ganas,
 perdón por no estar cada minuto y regalarte ganas de vivir,

que ahora al igual que tú, 

ya no tengo más.